Final Cut vs Premiere. Tendencias en la postproducción

Los cambios que se aplican en dos de los principales editores de vídeo (Final Cut y Adobe Premiere), más las últimas innovaciones en los sistemas de almacenamiento, constituyen, en conjunto, un espejo de las tendencias que afectan al ámbito de la postproducción a nivel internacional: las nuevas formas de colaboración, los ritmos de trabajo, la organización de los equipos y las nuevas exigencias técnicas.

Por ello, el Cluster ha organizado, por primera vez, en la sede de SGAE, una sesión técnica de postproducción: «Final Cut vs. Premiere. Los nuevos flujos de trabajo profesional con sistema colaborativo de almacenamiento de datos «, junto con la empresa asociada Microgestió, especializada en servicios de implementación de nueva tecnología y en formación.

Iñaki Sanz e Ignacio Lirio han abierto la sesión. Dos especialistas que han presentado aquellas novedades de Final Cut Pro X y Adobe Premiere que responden mejor a las nuevas exigencias del sector de la postproducción. Un sector que demanda una mayor rapidez y agilidad en la edición de vídeo ante la creciente aceleración de los ritmos de trabajo. En este sentido, ambos programas incorporan soluciones más rápidas de aplicación de efectos, de previsualización de las imágenes, una interfaz más intuitiva y simplificada y unas herramientas más desarrolladas para la organización de la información, entre otros.

Un sector que, además, tiene que adaptarse a los cambios en la gestión de unos archivos de imagen cada vez más grandes y pesados, por lo que los dos editores han reforzado los «proxy» que facilitan el trabajo con imágenes de alta calidad mediante un intermediario más ligero, así como han implementado nuevas estrategias de almacenamiento.

Un sector que también debe contar con herramientas que faciliten el trabajo colaborativo y simultáneo, bien sincronizado y a distancia, dada su naturaleza cada vez más móvil, global e interconectada. En este sentido, Ignacio Lirio ha destacado el sistema «creative cloud» de Adobe que permite el trabajo en equipo mediante la nube, mientras que Iñaki Sanz ha expuesto las ventajas, en cuanto a la rapidez en el flujo de datos se refiere, que resultan del hecho que el «software» del Final Cut extraiga los recursos directamente del sistema operativo.

Finalmente, Jordi Sabiol, de SM Data, empresa especializada en redes de almacenamiento, ha cerrado la sesión con una explicación detallada de los sistemas que ofrece. Sistemas que también tienden a adaptarse a un entorno cada vez más colaborativo, así como tienden a la personalización de los «hardware» en función de los contenidos.

La GCAM de Arabia Saudí visita el Cluster

Una delegación de la General Comission for Audiovisual Media de l’Aràbia Saudita (GCAM) ha visitado el Clúster Audiovisual reuniéndose con una docena de empresas asociadas. La delegación, encabezada por Fahad Al-Moammar, Director of investment development, ha expuesto sus planes de construir un Media Hub internacional en Riad, que impulse el sector audiovisual del país, con la colaboración de empresas extranjeras.

Los ámbitos estratégicos del Media Hub serán el de los videojuegos, la animación y diseño, la formación, las infraestructuras de producción y difusión y la televisión de pago.

Las empresas catalanas del sector audiovisual han sido invitadas a colaborar en el proyecto y a sugerir iniciativas a desarrollar. Esta es la segunda vez que la GCAM visita el Cluster y ambas instituciones han acordado mantener contactos permanentes de colaboración.

El modelo audiovisual estadounidense. Experiencias catalanas en los USA

Si el pasado mes de febrero, el Cluster organizaba, junto con PAC, una sesión sobre el modelo audiovisual francés, que iniciaba un ciclo de actividades dedicado a analizar a los sectores audiovisuales de otros países, hoy les ha tocado a los Estados Unidos. La sesión «El Modelo Audiovisual Norteamericano. Experiencias catalanas en los USA», coordinada con la Americana Film Festival y celebrada en la sede de SGAE-Catalunya, ha contado con un grupo de empresas audiovisuales catalanas de ámbitos diversos con el rasgo común de haber desarollado proyectos en el otro lado del Atlántico.

La sesión, moderada per Noemí Cuní (Grup Broadcaster), se ha basado en las experiencias y las percepciones sobre el sector audiovisual en los Estados Unidos de dos productores de cine, Sergi Moreno (Lastor Media) y David Matamoros (Zentropa Spain), un productor de televisión, Albert Grau (Reset TV), un animador y modelador 3D, Fèlix Balbas (Minimo VFX), además del productor estadounidense Kyle Martin.

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Enseguida se ha puesto sobre la mesa la idea de que, a diferencia de Europa, en la que la financiación por parte de los organismos estatales prevalece, el modelo audiovisual estadounidense descansa en la inversión privada. «En Estados Unidos está muy implantada la visión de que el sector audiovisual es un ámbito de negocio rentable. Tienen muy claro el business del cine», ha afirmado Félix Balbas, que cuenta con una larga experiencia en proyectos como Avatar, El señor de los anillos, El libro de la selva, Piratas del Caribe, etc. «Hay muchos más inversores privados, atraídos principalmente por los incentivos fiscales.», ha añadido David Matamoros, quien con Zentropa ha producido, entre otros, Menú degustación, adquirida por HBO

Según los ponentes, este sistema tiene la gran ventaja de que facilita y agiliza el acceso a los recursos. «Todo puede llegar a ir muy rápido. Si un inversor se interesa por tu proyecto, al poco tiempo ya puedes disponer de los recursos.», explicaba Sergi Moreno, partiendo de su experiencia con la película 10.000 km. «El productor, pues, no está condicionado por el ritmo de las administraciones, como sí ocurre en Europa. Ni por los plazos de justificación que a menudo constriñen excesivamente los calendarios de producción.»

Pero el sistema norteamericano tiene un gran inconveniente, han destacado los ponentes. Si el inversor privado es quien financia principalmente los proyectos, entonces la rentabilidad del proyecto se vuelve central en la obtención de los recursos. En este sentido, ha sido precisamente el productor de Brooklyn, Kyle Martin, quien ha destacado con más vehemencia los defectos de este sistema: «Los inversores, a veces, intervienen muchísimo en el contenido audiovisual. Se aseguran de que sea suficientemente comercial, que el dinero que han invertido genere un retorno seguro. Es muy común, por ejemplo, que en la evaluación de un proyecto se fijen en los actores, si son suficientemente conocidos, etc. En este sentido, en los Estados Unidos, los productores independientes envidiamos el modelo estatal de financiación que tiene en Europa. Diría que permite una mayor creatividad. »

Kyle Martin

Otro rasgo muy característico del sistema norteamericano son sus estrictas condiciones legales. Lo ha destacado Albert Grau, productor de Reset TV, que tiene sede en Miami, y que ha producido programas de entretenimiento para las televisiones latinas norteamericanas: «Para poner en marcha un proyecto en Estados Unidos es imprescindible contar con un buen asesoramiento jurídico. La cuestión de los derechos, de la prevención de riesgos, de los permisos en la gestión musical, etc., es mucho más estricta que en Europa. »

Ante la pregunta de Noemí Cuní sobre qué consejos se podrían dar a las empresas que quieran emprender proyectos en Estados Unidos, los ponentes han destacado el hecho de que entre España o los estados europeos y Norteamérica no hay tratados de coproducción, hecho que dificulta la relación. «En todo caso, para introducirse en los EE.UU hay que estar allí, quedarse a vivir.» afirmaba Félix Balbas. David Matamoros ha recomendado hacerlo «con un producto creado en su origen. Estrenar en catalán en Estados Unidos no es un problema. Lo es en otros lugares, pero en EEUU no. Una de las claves es tener un producto con una audiencia muy segmentada. Allí lo tienen muy trabajado y funciona muy bien.»